Teresa Forcades, doctora en salud pública y teología, y Esther Vivas, activista e investigadora en movimientos sociales, nos hablan de manera contundente de la violencia del sistema. Se señala, a menudo, desde los medios de comunicación y el poder, la violencia de aquellos que protestan en la calle, pero los que ocupan bancos, pisos vacíos, escuelas... sólo reivindican una democracia de verdad. En cambio, lo que es extremadamente violento es el sistema actual que condena al hambre en un mundo donde abunda la comida; que expulsa la gente de su casa cuando hay miles de viviendas vacías; que nos excluye de la sanidad y la educación pública mientras aumentan las inversiones en el ámbito privado. Estos abusos instituidos en el sistema son terrorismo de Estado.