«La bondad & la ira. Últimas horas de Ramón Acín»

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Organiza: 
GP Ediciones
Audio de la actividad: 
25/11/2016 - 19:30
Presentación de libro

La presentación correrá a cargo de Ángel Petisme y Vicente Villarocha que acompañarán a los autores Juan Pérez y Daniel Viñuales.

Ramón Acín, pacifista, naturista, revolucionario, anarco-individualista de verbo y pluma,  lleva más de dos semanas escondido tras un gran armario y protegido por el silencio de su mujer, Conchita, desde la madrugada del 19 de julio de 1936 en la casa Ena de Huesca.

En su soledad, evoca episodios vividos con sus amigos; Luis Buñuel y su documental sobre Las Urdes (La lotería de Navidad premia Huesca y Acín resulta agraciado). Con ese dinero financia y produce el film de Luis Buñuel “Tierra sin Pan) , Romá Bonet i Sintes “Bon” y su conferencia muda, Federico García Lorca, Felipe Alaiz, o Francisco Ponzán Vidal, héroe de la Guerra Civil y de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial entre otros y recuerda uno de los aspectos más relevantes de su vida, la Sublevación de Jaca, y su relación con el Capitán Fermín Galán.

La mañana del 19 de julio, tras el golpe de estado, que provocó la guerra civil española, Huesca cae en manos rebeldes. Muchos activistas comprometidos con la libertad huyen a la cercana Sierra de Guara, algunos no lo hacen pensando que no había motivo para huir, y otros no huyen, pero toman la precaución de esconderse. Este es el caso de Ramón Acín y Juan Arnalda, que se refugian en casa de Acín, ocultándose detrás del hueco de un armario. Trascurren los días, y la casa recibe visitas constantes de falangistas y policías, en busca de Ramón, acosando a Conchita, inquiriendo por el paradero de su marido. Ramón Acín  decide  entregarse, dada la imposibilidad de huir con Conchita y las niñas. Juan Arnalda escapa, y logra cruzar las líneas del frente,  constituido en las cercanías de Huesca. Ramón se entrega el 6 de agosto y son detenidos tanto él como Conchita. Es asesinado esa misma noche, y Conchita es fusilada el día 23 de agosto junto a docenas de personas.

Tiempo después, recuperaron el cuerpo de Ramón. Pudieron reconocer sus restos, por el pijama y los lapiceros y pinturas que portaba en el bolsillo, las armas de un dibujante. En el registro de defunción consta como “Muerto por refriega en la Guerra Civil” 

 

 

 

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