Charla-Debate. Octubre de 1934 y sus lecciones. Ayer y hoy.

Imagen
Organiza: 
Círculo Podemos Trabajadorxs Madrid
17/10/2014 - 19:00
Presentación de libro

Traficantes de Sueños

Con la participación de Antonio Liz, trabajador e historiador; Alberto Pérez, trabajador de Coca-Cola en lucha y Luis Osorio, trabajador y economista.

 

 

Octubre de 1934. Entrevista al historiador Antonio Liz

Octubre de 1934. Entrevista al historiador Antonio Liz

Diego Lotito
Madrid @diegolotito

Este año se conmemora el 80 aniversario de la Comuna de Asturias de 1934. Entre los días 5 y 16 de Octubre de 1934, el proletariado asturiano puso en pie un verdadero gobierno de doble poder obrero en esta combativa cuenca minera del Estado español.

A propósito de esta conmemoración, entrevistamos a Antonio Liz, trabajador e historiador, que acaba de publicar “Octubre de 1934 y sus lecciones”.

El libro, en formato digital, está a disposición de todos nuestros lectores para su descarga en La Izquierda Diario.

¿Cuál fue el contexto en el que se incubó y estalló la insurrección de Asturias?

En un momento de debilidad del gobierno republicano-socialista y de ascenso de la derecha protofascista. El gobierno republicano-socialista no sólo no había satisfecho las esperanzas que la mayoría de la clase trabajadora había puesto en él y, además de esto, las represalias al movimiento obrero habían sido durísimas, castigando fundamentalmente al sector anarcosindicalista, una de las dos grandes fracciones de masas del movimiento obrero y su vanguardia social. Ni la reforma agraria ni las leyes para regularizar el capitalismo supusieron una mejora real de la vida material de la clase trabajadora por lo que las huelgas fueron constantes y, además, hubo dos insurrecciones de los anarcosindicalistas. Ante los conflictos huelguísticos e insurreccionales, el gobierno republicano-socialista contestó con una durísima represión. La guinda represiva se dio en Casas Viejas (Cádiz), donde la Guardia Civil y la Guardia de Asalto asesinaron literalmente a campesinos, a unos incendiando la choza en la que se defendían y a otros cazándolos como animales. Este suceso terminó por desacreditar al gobierno republicano-socialista, presidido por el republicano de izquierda Manuel Azaña y en el que estaba de ministro de Trabajo el socialista Largo Caballero, líder del socialismo de izquierdas. A este desprestigio hay que añadirle que la derecha española se había rearmado políticamente con la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), por lo que la burguesía industrial y agraria estaba en posición de luchar por recuperar el poder político –el económico nunca lo había perdido, ni tan siquiera lo había visto realmente mermado, aunque estaba muy preocupada por la fuerza del movimiento obrero. Las elecciones se dieron el 19 de noviembre de 1933 y las ganó la CEDA, lo que generó una alarma general en el seno de todo el movimiento obrero ante la posibilidad de que se instaurase el fascismo de manera legal, como había ocurrido en la Alemania de la República de Weimar donde Hitler llegó al poder por la vía electoral –dato que tenía muy en cuenta el conjunto del movimiento obrero español. Así, cuando la CEDA entró con tres ministros en el gobierno liderado por el republicano de derechas Alejandro Lerroux, el PSOE y la UGT llamaron a la huelga general y a la insurrección, aunque sin programa concreto, lo que llevó a huelgas, brotes insurreccionales, a las insurrecciones en Madrid y Cataluña y a la Comuna asturiana.

Durante 15 días la Asturias revolucionaria de 1934 mostró una fuente inagotable de sacrificio y combate de miles de trabajadores. ¿Por qué sucedió esto y cuáles fueron sus principales hitos?

La Comuna asturiana se pudo dar porque aquí absolutamente todas las fracciones existentes del movimiento obrero fueron en unidad de acción y programática una vez que la UGT y la CNT firmaron un acuerdo para luchar no sólo contra la reacción sino por la Revolución social –incluido el PCE que hasta la víspera tildaba a las dos grandes fracciones del movimiento obrero de “socialfascistas” y “anarcofascistas”. Ante esta unidad de acción y bajo el programa de conquistar un Estado obrero, la clase trabajadora en Asturias se lanzó decididamente al combate contra las fuerzas represivas y el ejército y, a pesar de estar mal armada y escasa de municiones, fue venciendo paso a paso a las fuerzas represivas y al ejército hasta acorralarlo en algunos edificios del centro de Oviedo, cuya conquista era sólo cuestión de pocos días. Las principales conquistas de la clase trabajadora asturiana se pueden resumir esquemáticamente en dos, la creación del embrión de un Ejército Rojo y la organización de la política y de la economía a través de los comités obreros en los que descansaba el poder por la base y con un Comité Revolucionario para toda Asturias, lo que suponía el embrión de un Estado obrero.

Pero a pesar de la voluntad de los obreros asturianos la insurrección fue derrotada. Resulta inevitable preguntarse, ¿qué fue lo que falló? O dicho de otra manera, ¿podía haber triunfado la revolución en Asturias?

La revolución triunfó en Asturias, ya que la clase trabajadora conquistó el poder y derrotó a las fuerzas represivas. Lo que ocurrió es que esta victoria de la clase trabajadora sólo se dio en Asturias por lo que el Estado republicano pudo concentrar allí todo el poder de su aparato represivo. Así, envió al ejército, a la marina y a tropas coloniales del Marruecos español.

¿La lucha de la Comuna fue entonces estéril o tuvo algún efecto positivo?

Primero, aunque la Comuna asturiana resultó derrotada –ya hemos dicho que por su aislamiento-, así como derrotada fue la insurrección en Cataluña y en Madrid, impidió que se instaurara el fascismo de forma legal. Segundo, la derecha no pudo ni supo aprovechar la debilidad coyuntural de la clase trabajadora para barrerla políticamente, porque la fuerza del movimiento obrero era enorme. Al estar encuadrado en dos grandes movimientos de masas, el socialista y el anarcosindicalista, el movimiento obrero no se desmoronó, por lo que sólo recibió una derrota parcial, como demostrará en los hechos en julio de 1936.

El título de tu último libro es “Octubre de 1934 y sus lecciones”. ¿Cuáles serían las principales lecciones de esta gran gesta obrera para las nuevas generaciones de trabajadores y jóvenes luchadores?

En primer lugar, la Comuna asturiana demostró que si la clase trabajadora está muy organizada y tiene un programa para conquistar el poder, puede conquistarlo. En segundo lugar, los pasos que las dos grandes fracciones del movimiento obrero, la socialista y la anarcosindicalista, dieron inmediatamente después de la Comuna asturiana, nos informan que si las direcciones de masas del movimiento obrero no aprenden las lecciones que les da el propio proceso histórico la derrota está asegurada. Para la juventud obrera, para los jóvenes luchadores, lo que sigue a la Revolución asturiana, es febrero de 1936. La victoria electoral del Frente Popular es hoy de gran importancia ya que informa que cuando la clase trabajadora siendo la vanguardia social se supedita políticamente a la burguesía y a los sectores democráticos, su derrota política está absolutamente garantizada. Que no olviden los jóvenes luchadores que la clase trabajadora tiene que liderar a la mayoría de la nación para conquistar el poder. Si, por el contrario, se subordina a los sectores burgueses y democráticos (“ciudadanistas”, podríamos decir en el lenguaje actual en el Estado español), su derrota política está cantada. Esta es una lección que se saca con facilidad del estudio de la Revolución social española, que se desencadena cuando se da el golpe de estado en julio de 1936. La Comuna asturiana fue su prólogo pero ni socialistas ni anarcosindicalistas supieron leer sus claras lecciones, que sólo la auto-organización y el programa propio le pueden dar la victoria a la clase trabajadora.

*Antonio Liz Vázquez nació en 1957 en Casfigueiro (Provincia de Ourense, Galicia, Estado español). Es trabajador asalariado desde los 12 años y se licenció en Geografía e Historia por la UNED. En su juventud fue militante de la CNT y miembro fundador del BNG (Bloque Nacionalista Galego). En 1999 funda junto a Xosé André López el Boletín Marxista Onte e Hoxe (Ayer y Hoy). Ha publicado varios libros y artículos sobre la revolución española, el estalinismo y el método marxista. Entre ellos se destacan la biografía Trotski y su tiempo, 1879-1940 (2007), Octubre de 1934, Insurrecciones y Revolución (2010) y Barbarie fascista y revolución social (2011). Actualmente es militante de Izquierda Anticapitalista en Madrid.

Video recomendado: https://www.youtube.com/watch?v=V0UQRxhQ1X4

Libros relacionados