DÍAZ, JULIO

Epicúreo y holgazán hasta el tuétano, decidió hace años que la mejor forma de ocultar su pereza a los demás sería la de cursar estudios de filosofía. Lo cierto es que engañó a pocos. Los fracasos que este chav carabanchelero cosechó en las materias de lógica y epistemología lo inclinaron sin remedio y con fruición hacia el pensamiento de Nietszche y de sus vástagos franceses, y hasta tesis hizo de ello… Pero solo la crisis actual le hizo percatarse de que un verdadero posvitalismo muy siglo XXI debía pasar necesariamente por la ontología zombi. Lo demás es futuro.