2005 podía haber sido un año clave para reformar el sistema multilateral y de seguridad colectiva. Sin embargo, el balance arroja más sombras que luces y se han perdido oportunidades históricas para afrontar desafíos comunes de gobernanza, paz, cohesión social. Muchas propuestas perfectamente viables no han salido adelante debido a pretensiones hegemónicas, intereses a corto plazo, falta de voluntad política y recelos de los actores implicados.
Este escenario, plagado de escollos, es fruto de una serie de tendencias que configuran el sistema internacional actual y son analizadas en el Anuario CIP 2006:
- El debilitamiento del sistema multilateral, amenazado por el unilateralismo y los distintos procesos ?regionalistas? que lo contrarrestan.
- La crisis de la hegemonía de EE UU.
- La erosión de la democracia y los derechos humanos como consecuencia de la ?guerra contra el terrorismo?.
- La falta de liderazgo de la Unión Europea.
- La influencia creciente de actores emergentes.
- La crisis de los modelos de convivencia e integración del Islam en Europa, y la necesidad de encontrar vías de entendimiento.
- La importancia de la geopolítica de la energía y los conflictos asociados al control de los recursos.
