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Manuel no encaja en la sociedad y vive en sus adentros. Su vida actual es un decorado del que duda. Mientras recorre las calles de Mérida, somos testigos de sus pensamientos, de las inquietudes sociales y existenciales que le asaltan... un flujo continuo de ideas que denotan una inteligencia sensible. En Desde el sur encontramos una rica descripción de la experiencia vital y de las sensaciones cotidianas: algo que sucede, un objeto, una conversación, le trae a Manuel algún recuerdo y de repente viajamos a su pasado. Así vamos descubriendo partes de su historia: su niñez, el compromiso político durante su juventud, sus amores, su lucha por un mundo mejor...
Ahora, mientras lleva una vida en apariencia normal como profesor de filosofía en un instituto de la ciudad, nos sumergimos en su particular mundo interior, donde se conjugan la mitología clásica, los mensajes de sus artistas y pensadores de cabecera, el problema ecológico, el colapso y la deriva de la sociedad, la espiritualidad, los conflictos familiares? Cuestiones que Desde el sur aborda con maestría y un marcado lenguaje poético. Aquí se integra el mito, lo histórico o lo social en la experiencia personal, en un relato que muestra una forma de pensar analítica pero a la vez simbólica. Manuel conversa con sus compañeros y bromea con sus jóvenes alumnos, de quienes se siente cómplice, pero en su fuero interno vive una tensión entre opuestos: su intimidad y el afuera, la naturaleza y la sociedad, el yo y los demás...
Por momentos, no hay diferencia entre la realidad y la fantasía, hay cosas que Manuel no sabe si han ocurrido o si las ha imaginado. Todo se mezcla: realidad, tiempos pasados, ensueños... Asistimos a una imaginación desbordante. Manuel se debate entre la cordura y la locura. Y aún así se mantiene idealista, risueño y observador.
Una novela poco convencional, una historia introspectiva y a la vez sorprendentemente cercana. Uno de esos libros que te cambia la forma de ver las cosas.
