El libro contiene las anotaciones de Lorenzo García Vega entre 1994 y 2001. Incluye una presentación de Pablo López Carballo y un dossier que recopila autores que han leído a García Vega desde ambas orillas del Atlántico como Miguel Casado ("No mueras sin laberinto"), José Kozer ("Fue hueso duro de roer: LGV") y Antonio José Ponte ("El más exiliado de los exiliados" y "Un cultivador del slapstick").
"Varias veces, a lo largo de la noche, cuando se despertaba, Lorenzo se apresuraba a anotar los sueños antes de que se perdiera. Después, volvía sobre ellos intentando recomponer sus piezas y mecanismos. En los sueños toman forma imágenes imposibles que, fuera de ellos, no seríamos capaces de crecer con una intensidad similar. La escritura de Lorenzo García Vega trata de saltar esa barrera, de lograr hacer con la palabra lo que ocurre en el sueño con las imágenes", señala Pablo López Carballo en el prólogo.
