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Con una poesía directa, de marcado tono insurreccional, piezas breves y preferencia por la contundencia, la búsqueda de la precisión, las enumeraciones y los juegos de palabras, Jorge Maíz Chacón, tras Los suculentos quejidos de la turba, Los infractores con la careta de la revancha, Muchedumbres y La cárcava de los iracundos, continúa atacando el capitalismo con fiereza en versos sin concesiones.
El presente poemario prosigue las líneas y formas trazadas en sus obras anteriores. En ese sentido, el autor aún debe perfilar la disposición de la tensión poética, que queda supeditada a la expresión de una rabia que desborda los versos. A su vez, Maíz Chacón continúa jugando con la disposición del texto en la página.
Desde una perspectiva libertaria, el escritor desnuda la falsa democracia en la que vivimos y sus métodos de control. Asimismo, la explosión insurreccional queda reflejada en las múltiples alusiones al estadillo social en Grecia. La resistencia popular helena aparece como símbolo y como modelo, como icono de las contradicciones y de las tensiones desbordadas a las que la crisis ha llevado al capitalismo en la actualidad y también de los métodos para enfrentarse a ella. Se muestra especialmente beligerante con el Poder financiero, con su capacidad de sometimiento y con la aceptación de su lógica por parte de los ciudadanos.
Igualmente, despliega una conciencia ecológica, que se constata en el dolor ante la destrucción del medio ambiente y el reclamo decrecentista. Más allá de la alarma ante la depredación de la naturaleza, postula una nueva relación con ella; de respeto, una vez se asume la inclusión del ser humano como parte indisociable de ella.
Para finalizar, se debe señalar la inclusión de varias piezas escritas en otras lenguas, al igual que en sus libros previos (euskera, catalán, esperanto). De esta manera, pone de manifiesto una intención internacionalista, consecuente con su planteamiento de fraternidad.
Así, Maíz Chacón comparte una poesía de agitación, un canto radical de insumisión y un alegato a la acción directa, sin mediadores, para recuperar la vida y la dignidad.
Alberto García-Teresa ? la República Cultural.es
