Estos ensayos reflexionan sobre la situación de vulnerabilidad que se hizo visible para los Estados Unidos después de los atentados del 11-9 y sobre las reacciones que ella generó. La respuesta del gobierno norteamericano fue la provocación de más muertes y violencia, pero podría haber sido otra. Como explica con una claridad magistral la autora de este libro, los hechos que dislocaron la aparente seguridad del Primer Mundo ofrecen, también, la oportunidad para imaginar un mundo en el que esa violencia pueda ser minimizada y en el que la interdependencia de las naciones pueda ser concebida como la base para una comunidad política global de otro orden.
Judith Butler analiza los razonamientos hegemónicos según los cuales hay vidas que merecen el luto y otras que no, discute las implicancias políticas que encierra la existencia de los prisioneros de Guantánamo y argumenta en contra de los controles y la censura impuestos por la actual Acta Patriótica estadounidense. Por último, evalúa la acusación de antisemitismo que cae automáticamente sobre toda persona que critique las políticas de Israel y se pregunta hasta qué punto es una estrategia para anular cualquier debate público sobre la cuestión.
En este libro lúcido y apasionado, Judith Butler expone la necesidad urgente de comprender mejor las formas en que el duelo y la violencia podrían inspirar una mayor solidaridad y la búsqueda de una justicia global.
