Novedades de verano TdS: revolución, feminismo, descolonialidad

 

Os presentamos nuestras novedades de verano: revolución, feminismo, descolonialidad... y la recién llegada: fin del capitalismo

 

 

Portada«¿Cómo terminará el capitalismo?»
de Wolfgang Streeck

¿Está el capitalismo entrando en su fase terminal? Muchas veces se ha decretado su «crisis definitiva» pero esta vez las tendencias de crisis detectadas (crisis de endeudamiento, crisis bancaria y financiera, crisis de la democracia, crisis ecológica y crisis geopolítica) se aproximan en opinión de Streeck a límites difícilmente superables. La crisis de rentabilidad se ha traducido en un incremento de la redistribución oligárquica de la renta y la riqueza y ésta en una creciente desigualdad estructural, que mina gravemente los sistemas democráticos e impone modos de gestión política altamente autoritarios. Si se comparte este análisis, la tarea ya no consiste en propugnar soluciones parciales sino en construir un horizonte genuinamente poscapitalista.


«El año I de la Revolución rusa»
de Victor Serge

Todavía en medio de la turbulencia revolucionaria, el texto se despliega como un torbellino que reproduce la agitación y la velocidad de los primeros doce meses de un acontecimiento que, como pocos, hace de parteaguas de la historia moderna.

Escrito entre 1925 y 1928, es el relato apasionado de un militante bolchevique, que termina justificando el deslizamiento de la dictadura del proletariado a la dictadura de los bolcheviques tanto por el entusismo y entrega de sus protagonistas, inmersos en su lectura histórica de su posición en la revolución proletaria por venir, como por la dureza de la reacción, la guerra civil y la internacionalización del conflicto en medio de la Gran Guerra.

El testimonio de Serge es sin duda seguramente uno de los más informados y más penetrantes de su tiempo, también de los mejores escritos. En una época que ha decidido ya su condena sobre la Revolución de 1917, en el año de su primer centenario, merece merece volver a su tiempo y asomar la cabeza a principios del siglo pasado, cuando la revolución proletaria era el horizonte inmediato para miles y miles de militantes y obreros en toda Europa


«El feminismo es para todo el mundo»
de bell hooks

Prólogo de Ochy Curiel
 

bell hooks ha conseguido escribir una introducción sencilla al feminismo, donde se describen sus principales ideas, logros y desafíos, y a la vez, explicar que las luchadoras del siglo pasado querían mucho más que la igualdad entre hombres y mujeres.

Cuando hablaban de hermandad entre mujeres, querían superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de raíz; el feminismo es antirracista, anticlasista y antihomófobo o no merece ese nombre. hooks denuncia que muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo. Tanto daño hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista.

Y es que el feminismo es para las mujeres y para los hombres. Para hooks, necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista, un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que busca superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro.


«Una ley agraria para Bengala»
de Ranajit Guha

Prólogo de Amartya Sen
 

Este libro se inserta en los estudios de la colonización y las luchas anticoloniales, cuestiones centrales tanto para entender la actual estructura económica y social del sistema mundo (división internacional del trabajo, desigualdad, migraciones) como para hacer frente al creciente racismo y xenofobia de los gobiernos y poblaciones europeas. "Una ley agraria para Bengala" es uno de los trabajos más relevantes del principal historiador de los "estudios postcoloniales indios", los llamados "estudios subalternos", Ranajit Guha.

Entre las décadas de 1750 y 1760, Inglaterra aseguró su dominio sobre la India. La provincia más rica, Bengala, perdió en poco tiempo su antiguo esplendor, sepultada bajo el gobierno y el monopolio de la Compañía de las Indias Orientales. El documento definitivo del primer colonialismo británico fue una ley agraria que otorgaba la propiedad permanente de la tierra a la nobleza local.

Como si de un espejo invertido se tratara, Guha nos devuelve la imagen de las principales corrientes económicas europeas del momento (mercantilista, fisiócrata y al fin capitalista). Apoyadas en su pretensión universalista, en realidad eurocéntricas (incapacs de considerar las diferencias entre el feudalismo europeo y el indio, la gentry inversora y los zamindares indios, entre los derechos que la propiedad confería en un lugar y otro), éstas sirvieron en la práctica para articular una organizacion neofeudal en Bengala, para integrar y reproducir elementos precapitalistas en un régimen colonial impuesto por el expansivo imperio británico. El emergente capitalismo industrial ya tenía un plan para la India y ésta se convirtió a lo largo del siglo XIX en una inmensa reserva agrícola.