NI PUTAS NI SUMISAS
«Ni putas Ni sumisas», fue el eslogan, voluntariamente provocador, con que un puñado de chicas de
barriadas obreras lanzó un manifiesto denunciando el machismo y la violencia masculina. El detonante fue el
asesinato de Sohane, una joven de dieciocho años que fue quemada viva en un sótano de Cité Balzac.
Hermosa e insumisa, Sohane, hija de la inmigración, había pagado con la vida su negativa a plegarse a las
normas de funcionamiento de la barriada. Pero este libro, claro y sintético, no es sólo la historia de un
movimiento que ha tenido gran repercusión en Francia y que entre otras cosas ha contribuido efectivamente
a la promulgación de la llamada «ley del velo», sino que habla también de inmigración, mujeres musulmanas,
del feminismo institucionalizado, de las nuevas relaciones entre hombres y mujeres jóvenes, del
multiculturalismo y del universalismo, de la laicidad en la escuela, de los barrios como guetos, del
movimiento obrero y la falta de trabajo... Es decir, de cuestiones que no sólo afectan a las chicas de las
barriadas obreras, sino a todas las mujeres francesas, y de un fenómeno que tarde o temprano ocurrirá en
España y en Europa