«Los fondos están invirtiendo en necesidades básicas como agua, energía o vivienda»

Era octubre de 2013. En ese momento, el Ayuntamiento de Madrid estaba comandado por Ana Botella, alcaldesa entre 2011 y 2015. Ese mes, el Consistorio vendió 18 promociones inmobiliarias de vivienda pública a dos fondos buitre pertenecientes a Blackstone, el casero más importante en España. De esta forma, 1.860 viviendas públicas pasaban a manos privadas en lugar de acabar dando un techo a las familias para las que fueron construidas. En 2019, la exalcaldesa del Partido Popular acabó siendo condenada por el Tribunal de Cuentas por provocar “un menoscabo injustificado en el patrimonio público”. La condena posteriormente fue revocada por dos votos –uno de Margarita Mariscal de Gante, exministra de Justicia de José María Aznar, marido de Ana Botella– contra uno.

Los fondos buitre y los fondos de inversión se han convertido en habituales en las noticias económicas y en enemigos de los movimientos sociales como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) por considerar que se están enriqueciendo de una forma ilícita con un bien de primera necesidad como es la vivienda. Tocar fondo: la mano invisible detrás de la subida del alquiler (Traficantes de Sueños, 2019), de Manuel Gabarre, es un libro centrado en estos monstruosos inversores y en el poder que acaparan, cada vez mayor. Gabarre pone el foco en el mercado de la vivienda, en parte controlado por estos fondos buitres gracias a su connivencia con el poder político. Un mercado cuya burbuja se va inflando y podría explotar en cualquier momento.

¿Qué medidas políticas ha favorecido el encarecimiento de la vivienda en España?

Ha habido muchas medidas, entre ellas, la exención del impuesto de sociedades de las Socimis [Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria] además de otras ventajas fiscales que tienen con la exención del impuesto de transmisión. Por otra parte, ha incidido la rebaja del alquiler a tres años, que la han aprovechado los propietarios de viviendas, en especial los grandes propietarios, que les ha permitido ajustar muy rápidamente la subida de precios a sus inquilinos. Yo creo que estas medidas son las principales, pero lo más importante es la escasez de vivienda pública en España. Estamos en el 2% mientras que otros países europeos están llegando al 15% o al 20%. Esto es fundamental. En España no se ha incrementado la vivienda pública sino que, en algunos casos, incluso se ha vendido el patrimonio, como sucedió en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento. Esto incide en el mercado, claro.

¿Cómo puede intervenir ahora el Estado para regular el mercado? ¿Qué formas tiene de hacerlo y cuál considera que puede ser la más efectiva?

Hay varias formas de intervenir en el mercado de la vivienda. Una de ellas es a través de la regulación de precios; otra sería a través de la ampliación de los plazos del alquiler, como sucede en Alemania. En Alemania, por ejemplo, los contratos de alquiler son indefinidos, es decir, solo se puede subir el IPC [Índice de Precios al Consumo] y el inquilino se puede ir cuando quiera. Puede estar 25 años o 5, lo que quiera. Esto provoca que no haya burbujas especulativas en torno al alquiler.

Sin embargo, para mí, personalmente, lo más efectivo es hacer parques de vivienda pública suficiente como para que incida en el mercado. Es decir, tiene que ser vivienda que afecte también a las rentas medias, no solo de inclusión social, que también. Creo que esta es la medida más efectiva. El problema es que esto lleva unos años hacerlo, porque entre que solicitas los permisos, inicias la obra y la terminas, posiblemente hayan pasado los cuatro años de legislatura. O sea que por una parte debe construirse más vivienda pública, o adquirirse vivienda, y por otro lado hay que ver qué medidas legales se pueden adoptar para rebajar los precios de una forma efectiva.

El PP de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, ha tenido una política deliberada de acabar con la vivienda pública. El sector financiero en España ha estado muy ligado al inmobiliario y la Administración no ha estado por la labor de intervenir.

Una de las medidas del pacto entre PSOE y Unidas Podemos es frenar las subidas abusivas del alquiler dando más competencias a comunidades y ayuntamientos para que puedan evitar los incrementos de las rentas de alquiler de vivienda. Sin embargo, regiones como Madrid ya han anunciado que no lo harán. ¿Tiene poder de movimiento el Gobierno central?

Hay que ver cómo queda finalmente la ley, pero sí que parece que van a dejar potestad a las administraciones locales. Entonces ya estás introduciendo un elemento más a la hora de que los ciudadanos elijan sus preferencias cuando votan en las elecciones. En ese sentido, si el ayuntamiento de turno no lo quiere hacer, pues no lo hará, y entonces los ciudadanos deberán plantearse qué tipo de gobierno quieren.

¿El efecto de la ley? No lo podemos saber. Todavía es muy pronto. Por lo menos ha cambiado la voluntad, según parece, del nuevo gobierno. Es un cambio de vivienda, pasar de la cesión de la vivienda pública a los fondos buitres y a los poderes financieros a una voluntad de intervenir. Es una buena noticia.

¿Por qué el mercado del alquiler se ha convertido en el “medio más eficaz para sacar el máximo rendimiento al dinero acumulado en los paraísos fiscales”, según dice en el libro?

A ver, por un lado, la economía productiva no parece que vaya excesivamente bien porque hay poca capacidad de consumo por el incremento de la desigualdad. Entonces, lo que los fondos están haciendo es invertir en bienes básicos: en el agua, en energía y ahora en la vivienda. Invirtiendo en vivienda tienen a una gran parte de la población cautiva porque no les queda otra que entrar dentro de ese mercado para poder vivir. Y por eso los fondos han puesto sus ojos en la vivienda y lo estamos viendo en Madrid, en Barcelona, en Palma… donde la parte del sueldo que dedica la gente a pagar un alquiler es cada vez más alta.

En cuanto al tema de los paraísos fiscales, desde los años 50, se ha ido acumulando gran cantidad de dinero en estos lugares. La gente con rentas altas utilizan estructuras de elusión o evasión fiscal, igual que las grandes empresas que pueden eludir fácilmente el impuesto de sociedades. ¿Qué sucede? Que la progresividad fiscal ha terminado y este dinero que debería estar tributando no lo está haciendo. ¿Y qué buscan los propietarios de este dinero? Inversiones para conseguir una rentabilidad más o menos segura a través de fondos de inversión. Entonces la que han encontrado con más facilidad es la vivienda.

Antes decía que, además de en la vivienda, los fondos habían extendido sus tentáculos al agua o a la energía. ¿En qué otras necesidades básicas están entrando? ¿Puede poner ejemplos en España?

Pues esas tres son las principales: vivienda, agua y energía. En la energía eólica ya están empezando a invertir, por ejemplo. El agua está cada vez más privatizada también. Y ahora han puesto el ojo en el tema de los juegos de azar, que obviamente no es una necesidad básica, pero que les está dando unos grandes beneficios. Lo mismo pasa con la industria extractiva, con la minería. Realmente, los fondos están en todos lados.

A pesar del interés de los fondos en la vivienda, Blackstone ha comenzado a vender propiedades de forma masiva. ¿Por qué?

A ver. La banca se regula a nivel internacional a través de los Acuerdos de Basilea. En los terceros acuerdos, que son los que ahora están en vigor, se establecen unos ratios de solvencia para las entidades financieras. Esto implica, en el caso español, que tuvieran que deshacerse de sus principales activos inmobiliarios que provenían de los impagos. Este proceso tiene que culminar en 2020 y por eso ahora se ha estado poniendo una importante cantidad de vivienda en el mercado. Entonces Blackstone habrá estimado que ahora, al final de este periodo, ya no habrá tanta oferta y puede ser un buen momento para vender parte de lo que ellos tienen. Además de que contarán con otra información que les hará saber que van a obtener grandes beneficios de esto.

Define a la Sareb, al banco malo, como “un entramado legal concebido para encubrir la mayor estafa que se le ha hecho a la ciudadanía española en su historia reciente”. ¿Por qué?

Sobre todo porque se dijo que no iba a costar un euro al contribuyente. Y esto es mentira, fue una estafa. Medios como Bloomberg ya están hablando de cuál va a ser el coste de Sareb. Por eso hablo de estafa, porque a la ciudadanía jamás se le informó adecuadamente de lo que iba a suceder, que la vivienda que se adquirió iba a ser vendida a fondos de inversión en lugar de crear un gran parque público de vivienda. Y quien va a sufragar la mayor parte de esto vamos a ser todos y cada uno de nosotros. Hemos perdido la oportunidad de tener un importante parque de vivienda pública, que además podría haber sido muy equilibrado, porque el patrimonio de la Sareb provenía de bancos y cajas quebradas a lo largo de todo el territorio. Por todo esto hablo de estafa, porque todavía no sabemos cuánto va a tener que pagar el Estado por Sareb, pero serán muchísimos miles de millones de euros y porque nos vamos a quedar sin lo positivo que tenía Sareb que eran sus bienes.

¿En manos de quiénes están las viviendas que la Sareb compró a las cajas y bancos?

La Sareb es muy opaca, entonces es muy difícil saberlo. Una parte de las viviendas han acabado en manos de particulares vendidas a través de varios intermediarios como fueron las antiguas inmobiliarias del Santander, de la Caixa o del Sabadell, o Cerberus, un fondo de inversión en el que trabajaba el hijo de Aznar. Pero las ventas a particulares fueron un mínimo. Lo que principalmente se hizo fue vender los activos de la Sareb a fondos buitre, como Blackstone.

Sin embargo, lo que más tenía la Sareb eran fondos a promotores, que aunque parezca que no tienen una utilidad, estaban respaldados por vivienda. Sareb adquirió estos créditos a promotores y se han revendido de una forma opaca, porque no conocemos el precio, aunque parece que ha sido muy bajo. Pero como no lo dicen, no se puede saber con certeza.

Hasta ahora, como antes comentaba, las Socimis no pagan el impuesto de sociedades gracias a una reforma del Partido Popular. El nuevo Gobierno se compromete a aplicarles “un tipo de gravamen del 15% sobre los beneficios no distribuidos”. ¿Lo considera suficiente?

La verdad es que no, pero no sé hasta qué punto pueden hacer más. Al meterte con las Socimis o con los fondos de inversión realmente estás perjudicando a la gran banca europea, incluida la española. ¿Y por qué? Porque con la puesta en marcha de la política expansiva que se ha llevado a cabo desde 2012, los grandes bancos han tomado prestado importantes cantidades de dinero que luego prestaron a fondos de inversión, precisamente para después invertir en vivienda. Entonces, cualquier decisión que afecte a los fondos, también afectaría en cadena a la gran banca. Por eso hay dificultades serias para tocar esto, aunque cuanto antes se actúe menos grave será el problema. Volviendo a la pregunta, no creo que sea suficiente porque no creo que sea efectivo para intervenir en el negocio de las Socimis.

Hace unos días, Norges Bank, el fondo soberano de Noruega, se convertía en el tercer máximo accionista de Repsol. La gestora de fondos Blackrock controla bienes por un valor que equivale a 6 veces el PIB español, entre ellos participaciones en la mayoría de las empresas del IBEX 35. ¿Podemos decir que las empresas del principal índice bursátil español son cada vez menos españolas?

Sin duda, y es un fenómeno que afecta a toda Europa, no es exclusivamente español. En Alemania y en Francia sucede lo mismo. El problema de todo esto es que, para mí, es muy positivo que los beneficios que genera una empresa regrese a su país de origen. En ese sentido, que tus propietarios ya no pertenezcan al país de origen provoca que cada vez regresen menos beneficios. Si tus propietarios están en un paraíso fiscal en las Islas Caimán, es más complicado que lo que esa empresa genera repercuta en beneficios para un país.

¿Tiene confianza en que el nuevo Gobierno pueda poner coto al poder de los fondos?

Como comentaba antes, el hecho de que la banca esté detrás de los fondos de inversión, hace que tu enemigo sea muy poderoso. La banca, además de controlar los grandes flujos de dinero de la economía, ha controlado y controla los grandes medios de comunicación de este país, y eso condiciona mucho a la opinión pública.

También haría una reflexión. Si alguien le pregunta a Zapatero que si volviese a 2004 pincharía la burbuja inmobiliaria, creo que no tendría duda en decir que sí. La burbuja del alquiler da la impresión de que también va a terminar mal, entonces quizá sea oportuno intervenir para desinflarla. Por el camino perjudicaría a la banca pero mantenerla es insostenible y a la larga será todavía peor. Que las personas destinen el 60% al alquiler afecta al resto de sectores económicos porque disminuye la capacidad de gasto, además, teniendo en cuenta que todo el dinero que se le paga a un fondo buitre acaba saliendo del país y acaba en primera instancia en Luxemburgo y después en las Islas Caimán. Por tanto, que nadie nos diga que un fondo genera beneficios aquí.