Entender el dinamismo necesario del presente

Releer el pasado suele ser una actividad con muchos beneficios. Sobre todo cuando deja de ser tediosa (admitamos que en ocasiones esto también ocurre) y nos permite repensar y reinterpretar lo supuestamente conocido desde la pasión por entender el presente. Porque el presente es algo que, de tan obvio, no se suele dejar entender bien. Estamos en una época de grandes cambios. Esto, más allá de ser un mantra que nos tranquiliza ante lo que él mismo enuncia, es una clave interpretativa para separar el trigo de la paja. Porque hay que desconfiar de la densidad y el peso de lo cotidiano: tras su aparente dureza hay más dinamismo del que se ve. Las rocas a veces son puro magma cuando se calientan mucho.

Leyendo y releyendo LA POLÍTICA EN EL OCASO DE LA CLASE MEDIA queda, en primer lugar, ese poso: entender el dinamismo necesario del presente, de este presente, más allá de los acelerones y frenazos de la coyuntura y del teatro político mediático. Vivimos en una época de grandes cambios, no porque una u otra iniciativa sea la clave o la apuesta central, sino por las condiciones tremulantes sobre las que se construye nuestro tiempo. Porque una de las enseñanzas de la historia marxista ha sido la de entender el funcionamiento de las estructuras que sustentan lo real, y en esta época esos fundamentos están, en muchos sentidos, dañados. La crisis económica no va a terminar, no hay modelo de recambio, la crisis política sólo podrá tener cierres parciales, y nada hace pensar que las élites vayan a ser capaces de generar un nuevo periodo de estabilidad política y económica en el que desplegarse.

Pero no nos quedemos ahí. Lo interesante de hacer esta relectura de la historia reciente es que a través de ella podemos entender de qué hablamos cuando decimos que el régimen político español está en crisis. Entender la superposición de dos planos: la crisis de legitimidad de la clase gobernante y la quiebra de la sociedad de clases medias. Y a su vez, entender cómo se han formado las élites en la provincia España en comparación con los procesos de otros países europeos. Todo esto apoyado en algunas definiciones de teoría política brillantes, como la diferenciación entre clase gobernante y régimen, o el apunte, que cuelga del viejo debate entre Carl Schmitt y el pensamiento liberal, sobre la consideración del sistema de partidos como una herramienta de integración política en la Europa occidental del último siglo.

El texto que tenemos entre manos hace un repaso de los últimos 5 años intentando ver más allá de cada iniciativa fallida o exitosa; poniendo la mirada siempre en las potencias de un presente que no cabe en sí mismo, que siempre está a punto de estallar, aunque no sepamos cómo ni hacia adónde. Decía Silvio Rodríguez: «La era está pariendo un corazón, no puede más, se muere de dolor...». En nuestro presente se sienten las contracciones de eso que, todavía oculto, quiere salir a la luz, y que desconocemos. Pura potencia.

Imanol Miramón