Municipalismo libertario, una alternativa local

Alfonso López Rojo
publicada en catalán en el semanario Directa, nº 144, junio de 2009
15/11/2010

Reedición de la propuesta comunalista de Murray Bookchin

El interés que se ha despertado en los últimos tiempos por la potenciación del ámbito local no sólo tiene que ver con las torpezas y el descrédito de las políticas centralizadas, ni con el ejercicio lúgubre del poder de los estados como rodillo homogeneizador, sino que tiene que ver también con el sentido común y con la necesidad de imaginar ámbitos políticos que propicien la vida social sobre la base de una democracia y una economía de proximidad. En este sentido, la reedición de las políticas de la ecología social es una buena noticia porque nos invita a incidir sobre uno de los ideales de organización humana más primordiales: el municipalismo de base..

El libro de Janet Biehl expone y sintetiza con fidelidad el pensamiento que su compañero Murray Bookchin (1921-2006) elaboró en torno al municipalismo libertario - pero que ha quedado disperso en su obra- y recoge también una entrevista con el activista e investigador norteamericano. Fue publicado en 1997 y, al año siguiente, la editorial Virus lo editó en castellano con la colaboración de la Fundación Salvador Segu y la Colectividad Los Arenalejos, ecoaldea situada en Alozaina (Málaga) que se encargó de la traducción del texto como parte de su empeño por difundir las ideas de Bookchin en nuestro entorno. Este trabajo sirvió de base para la discusión internacional sobre la propuesta del Municipalismo Libertario que en agosto de 1998 se celebró en Lisboa bajo encendidos debates que aún están muy presentes en el imaginario ácrata.

La alternativa municipal formulada por Murray Bookchin ha de entenderse, antes que nada, como la expresión política de la ecología social que este autor desarrolló a partir de 1952: una visión holística que integra la dimensión humana dentro de la naturaleza y que, a diferencia de los estándares ecologistas, hace inseparable la crisis ecológica de la crisis social. Con estos presupuestos, Bookchin se adentró en el minucioso estudio histórico de las formas de democracia y de la formación y la evolución de las ciudades. Una de sus tesis más sugerentes es la idea de que las ciudades siempre han tratado de madurar en contra del Estado y que aún se pueden encontrar en ellas vestigios de esta resistencia.

La Comuna de comunas

En este sentido, la idea que recorre el libro es que la municipalidad permite restablecer un sistema de organización social basado en la democracia directa y en la potenciación constante de la esfera pública. Un aspecto este que lleva a destacar la apuesta por lo que acertadamente Bookchin llamará la municipalización de la economí; es decir, una forma en la que, tanto las tierras, como las industrias, las cooperativas y la banca, serían de propiedad municipal y la gestión estará al cargo de los ciudadanos en asamblea. Basada en la tradición comunalista, la propuesta terminaría de perfilarse con una confederación de municipalidades que diera lugar a la comuna de comunas, el viejo sueño de los movimientos revolucionarios.

Para caminar hacia este ideal, Murray Bookchin proponía crear un movimiento municipalista que optara por participar estratégicamente en los comicios locales con programas inequívocos. Del mismo modo que, a falta de esta posibilidad, proponía crear asambleas extralegales que actuaran como contrapoder. Casi no cabe decir que es en la opción electoral en la que siempre se encalla este debate en la familia libertaria; pero también cabe recordar que, ni esta opción invalida al resto del trabajo de Bookchin, ni su trabajo está concebido para ser tomado al pie de la letra. Se trata más bien de una propuesta inspiradora y por eso es bueno acudir a su lectura.

Alfonso López Rojo

(Reseña publicada en catalán en el semanario Directa, nº 144, junio de 2009)