¿Alguna vez te has dejado llevar en una ciudad desconocida y has descubierto cosas asombrosas? Hallazgos inesperados, coincidencias fortuitas, serendipias?
Pues esa misma idea nos inspiró a los papanautas. Entremezclando el juego y el ejercicio, la grumete Myri se dedicó a ilustrar cada día un tema escogido al azar. Del recuerdo de una frase, de una idea fuera de lugar... un trazo llevaba a otro y ¡voilá! dibujo molón al canto.
Así que seguimos con el juego: el grumete Pablo imaginó un cuento, un chiste, un chascarrillo para cada dibujo, vistiéndolos para darles un nuevo sentido dentro del sinsentido. Habían surgido las ilustraciones cuenteadas.
Los papanautas somos fans de las exploraciones sin rumbo, especialmente si conllevan encontronazos felices. Con Carambola buscamos sin quererlo que sucedan a tres bandas.
