A través de los nueve cuentos de Javier Palencia asistiremos a una detonación controlada y lúbrica, a un ejercicio coral de introspección que, sin pretender nuestra identificación con el conflicto de cada personaje, consigue una asunción difícil de digerir: hay un lugar para cada uno de nosotros en el diván. Un ejercicio subyugante de higiene íntima.
Recorreremos un catálogo de depravaciones, tabúes y relaciones personales, y lo haremos sin abandonar nunca la sensación de divertimento y sin sospechar que tenemos entre manos un objeto con efectos secundarios. Porque será después, cuando volvamos irremediablemente a pensar en la maravilla de ?Mi perro Billy? o en el exotismo fascinante de ?El Factor Bantú?, en la confusión tierna y erótica de ?Happy Birthday, Mr. President? o en la marca del progenitor en ?Fairbanks?, será después cuando nos demos cuenta de la hondura y el desgarro que recorren los cuentos y comprendamos la deliciosa trampa que nos ha tendido el autor.
?La higiene íntima trata sobre el amor y su desgarradura, y sobre su anverso festivo, el sexo, el placer, la erotización como elemento de resistencia contra la degradación que el tiempo nos impone?. La higiene íntima. O sobre el sexo a modo de resistencia. Por Ana March en Culturamas.
?La higiene íntima es un libro divertido y cruel, manchado con muy diversas sustancias? (Alberto Ávila Salazar).
?En los relatos de Javier Palencia hay siempre ?como exigía Carver? «un leve aire de amenaza, la sensación de que algo es inminente». La técnica seca, el planteamiento sorprendente o incluso deslumbrante da lugar a una narrativa sin concesiones para el sentimentalismo y con una crudeza que nunca resulta impostada? (Fernando San Basilio).
?Al final, sólo una pequeña victoria, el perro traicionero le prefiere a él ?como unos padres divorciados arrastrando a su hijo único por los pasillos en un Toys ?r us? , la victoria de los que llevamos las manos en los bolsillos al andar?. Reflexiones para una poética del metal. Por Gonzalo Ruiz Suárez.
