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En el año 2020 se gesta este libro que viene a publicarse transcurridos tres años desde aquel denso confinamiento. En particular, en este hogar-prisión, en este corazón desestructurado, en esta psique encharcada de alerta y humillación, cohabitaron maltratador y maltratada. El amor tiene muchas caras y también una gran careta grotesca que todos temen nombrar, llamada abuso narcisista.
Por azar, la mujer abusada resultó ser poetisa. Los versos de este poemario, al tiempo que acompañan y cuidan la perplejidad de descubrirse utilizada, obran como brillante hilo de Ariadna. Pero en este mito la princesa cretense no es a su amado Teseo a quien dará el ovillo de hilos de oro para asegurarle una escapatoria, sino que es ella misma quien lo porta y penetra en el oscuro laberinto; ella quien enfrenta el miedo más atroz, da muerte al monstruoso minotauro y se rescata.
El oro liberador de la madeja de esta escritora independiente traza la senda hacia el amor propio, es la reconexión con el brillo del poder personal. Hoy, este verbo hecho carne como realidad sin eufemismos paginada, se llama Tricobezoar; se llama justicia poética.
