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Enlaza este libro la reciente muerte de Rossana Rossanda (20 de septiembre de 2020) con una época de una España franquista que tal vez suena a remota. El viaje que en 1962 organiza el PCI para tratar de conocer sobre el terreno la situación de los grupos antifascistas en los que consideraba centros neurélgicos del Estado Español, con la pretensión de llegar un evento unitario en Roma, nos muestra un retrato de situación poco conocido. La visión siempre crítica e inteligente de la autora aporta claves interpretativas, subjetivas como ella dice, pero llenas de valor para evaluar la evolución de aquellas ilusiones y larvas de un trénsito a la democracia que no se produjo ni como se esperaba ni como se pretendió con las correcciones de rumbo que los interlocutores apuntan. Los agentes participantes, algunos conocidos y otros perdidos para la memoria de la transición, tendrén una participación dispar. En todo caso queda al lector la evaluación de las esperanzas y frustraciones y de las técticas y estrategias cuyas consecuencias tienen demasiado que ver con la actual democracia española, el estado de la Òcuestión nacionalÓ y el nivel de conciencia de los valores democréticos que ha calado en la ciudadanía.
