De los malestares a los placeres

Esta sesión está planteada a modo de trayecto. En él se invita a que nos preguntemos lo siguiente: ¿Cómo ir de los malestares a los placeres? O, al menos, cómo caminar hacia entendimientos que nos permitan identificar las dinámicas de terror sexual (Barjola, 2018) y los mecanismos de control que operan en la experiencia de la sexualidad femenina, que a menudo provocan malestares, para así poder pararnos a buscar juntxs alternativas que permitan pensar, nombrar y comprender la sexualidad bajo lógicas más amables, desculpabilizadoras y desde los placeres.

Con frecuencia, algunos malestares relacionados con sexualidad han sido atendidos a través de lo que podría enmarcarse como procesos de patologización y biomedicalización. Asumiendo con ello determinadas ideas sobre la neutralidad y la normalidad. Desde el concepto de frigidez a los trastornos relacionados con el deseo presentes en el actual DSM-V, pasando por el control de procesos del ciclo vital, como la menopausia; podemos encontrar numerosos ejemplos donde la sexualidad es entendida bajo parámetros demasiado estrechos y, a menudo, ciegos a la diversidad de experiencias. En este sentido, la filósofa Nancy Tuana (2004) nos dice que «la sexualidad femenina es un área particularmente fértil para rastrear las intersecciones de poder/conocimiento-ignorancia».

Esta sesión se asienta en una propuesta, desde la investigación social, que nace con el deseo de rastrear malestares en sexualidad femenina desde lo colectivo, desde las epistemologías feministas y con la genealogía del Movimiento por la Salud de las Mujeres de los setenta, como referente. Y, con todo ello, intenta devenir hacia otros posibles lugares, como diría Donna Haraway (2019), con «respons-habilidad»